jueves, 27 de enero de 2011

LA CRUZ DE SOBRARBE

La "cruz cubierta" de L'Aínsa
El escudo de Aragón se compone de cuatro cuarteles. Uno de ellos es el conocido como el de la "Cruz de Sobrarbe", y se fundamenta en una épica leyenda. Sobre fondo amarillo un árbol (una encina) coronada por una cruz. Este símbolo correspondería a la aparición "milagrosa" de una cruz cristiana sobre un árbol, como símbolo inequívoco de victoria de las tropas aragonesas sobre las musulmanas, en el enfrentamiento que ambos ejércitos mantuvieron en Sobrarbe con ocasión de la reconquista aragonesa.


Primer cuartel, parte superior izquierda, la cruz de Sobrarbe.
Pues bien este "milagro", recogido a través de la descripción del escudo por los cronistas aragoneses y utilizado como una forma de dar fuerza divina a la causa aragonesa, tuvo un lugar según la propia leyenda, y éste se encuentra en la localidad de L'Aínsa, muy cerca del pueblo (de hecho se puede llegar al lugar con un pequeño paseo de cinco o diez minutos).
Se conoce por el nombre de la "Cruz Cubierta", y se compone de un pequeño templete circular, sujetado por columnas de piedra y bordeado por una verja de hierro, en cuyo interior aparece una reproducción en piedra del famoso árbol con una cruz de hierro en su parte superior.

Este pequeño monumento guarda una gran importancia desde un punto de vista histórico-legendario en la vida aragonesa, y sin embargo no es demasiado conocido entre los/as aragoneses. Fue edificado en 1655, sobre una edificación anterior.

Decía que los cronistas aragoneses se han referido al escudo de Sobrarbe, y así es. Jerónimo de Zurita en sus Anales dice los siguiente: "...no embargante que según algunos han escrito, los primeros reyes de Sobrarbe antes del Rey Iñigo Arista, trujeron diferentemente devisadas sus armas, que fueron una cruz sobre un árbol por denotar el reino de Sobrarbe, pero es más verosímil que Sobrarbe tomó aquel nombre porque está más arriba de la Sierra de Arbe que divide a Sobrarbe de la tierra llana…y no dudo que haya esto sido nueva invención, porque ni en lo antiguo ni moderno se halla haber usado los reyes de tales insignias con el árbol…”. Como podemos observar, Zurita guarda un criterio eminentemente histórico, y no hace una referencia directa en estas líneas al supuesto milagro.

También el cronista Vagad menciona el escudo de Sobrarbe como “…las primeras armas que los reyes de Sobrarbe…” tuvieron, y lo describe como “…un arbol verde en campo de oro con una cruz colorada por çimera…”.

Por último citaré a Jerónimo de Blancas, quien en sus Aragonensium Rerii Comentarii opta por describir épicamente el evento legendario de la siguiente manera. Dice Blancas que “…según cuentan, se apareció en los aires una cruz roja sobre verde encina en campo de oro. Tenida esta visión por seguro presagio de la futura victoira, marcharon con nuevos bríos a la pelea…” (los ejércitos aragoneses, se entiende). Y, como suele ocurrir en este tipo de leyendas milagrosas, el triunfo aragonés no tardó en llegar: “…implorando la ayuda de Dios y el auxilio de San Juan Bautista, puesto que peleaban por la verdad de la fé, se lanzaron a la carrera sobre los moros, y luchando con el mayor denuedo, los derrotaron por completo…”. Concluye Blancas que por este acto milagroso, se llamó este territorio Sobrarbe (tal vez ligando el nombre a la tradición de la cruz “sobre el árbol”, a diferencia de la teoría más lógica dada por Zurita que vincula el nombre a la situación sobre la Sierra de Arbe), y que el evento divino se convirtió también en el escudo de armas del Reino de Sobrarbe y del rey. Ahora bien, aun con el acento “épico” y sentimental que Blancas utiliza en toda su obra, incluso ante este hecho avisa que toda esta historia es propia de la fama y la tradición, denotando tal vez así un origen legendario (de hecho, creo que es significativo que Blancas exprese "...según cuentan...", en una clara alusión a que no se trata de un evento verdaderamente histórico), a pesar de que conste en la crónica de los historiadores.

No obstante, el escudo de Aragón no recoge sólo este milagro. El cuartel azul (cruz de Iñigo Arista) recoge otro, como otro día os contaré. Incluso el cuartel de la cruz de San Jorge con las cuatro cabezas de los reyes musulmanes incluye otro. Además, este tipo de "milagros" no solo eran propios de Aragón sino que es posible encontrar otros ejemplos similares en otros lugares de la Europa Medieval Cristiana, como forma de fortalecer su posición a través del apoyo de Dios.


Espero que os haya gustado este post sobre un trocito de la historia legendaria de Aragón que se ha plasmado en nuestro escudo. Otro día abordaré los otros cuarteles del mismo.

domingo, 16 de enero de 2011

HOGUERAS DE SAN ANTÓN


Cuando hablaba hace unos días de la "tronca de Navidad", ya me referí al sentido del fuego en lo más hondo de la cultura ancestral de nuestros pueblos. Con un origen claramente pagano, previo al establecimiento de la  cultura y religión cristianas, el fuego simboliza el sol (por extensión la vida, la purificación y la renovación). Con la llegada de la iglesia cristiana, muchas costumbres populares son "adaptadas" a la nueva corriente, y el culto a la naturaleza, al fuego, al sol, se traducen por el culto a elementos religiosos (santos, vírgenes, etc).

La celebración de estas fiestas de hogueras, suelen ocupar las fechas cercanas a los cambios de estación, alcanzando  las hogueras y el fuego un importante protagonismo. Ocurre para la veraniega noche de San Juan, y ocurre también en estas fechas cercanas a la entrada del invierno, es decir, en San Antón.

La costumbre de las hogueras es una fiesta de comunidad. Así como la tronca de Navidad es una fiesta más familiar (aun entendida la familia en sentido amplio), las hogueras tienen su lugar en espacios públicos, generalmente las plazas mayores de algunos pueblos (u otros lugares elegidos modernamente por su mejor disponibilidad en lo que a seguridad se refiere).

La hoguera preparada en Albarracín

Los días, como decía, suelen oscilar por la primera quincena de enero, y tradicionalmente se les conoce como de "San Antón", traducción cristiana de este momento. Además, se da la circunstancia de que San Antón es conocido como patrón de los animales. Hoy en día los medios de comunicación nos ofrecen reportajes de esta jornada, con simpáticas imágenes de personas que llevan a sus mascotas para ser bendecidas en la parroquia. Así es, pero no hay que olvidar que tiempo atrás, los animales a bendecir y a proteger lo eran en la inmensa mayoría de los casos los que se dedicaban a las faenas del campo (desde el ganado hasta los destinados al transporte). Supone pues una importante clave de la forma de vida tradicional en los pueblos de antaño: la protección de uno de los elementos más importantes de las Casas y las familias (los animales como manutención y como forma de transporte y trabajo en el campo). Cada día que pasa, este San Antón queda más relegado a las mascota por la propia evolución de la sociedad.

Ahora también es costumbre acompañar la fiesta de las hogueras de San Antón de una buena "brasa", es decir, de una cena comunal en la que se fríen diversos productos ganaderos (chorizos, morcillas, etc) para compartir y comerlos en la propia plaza. Con ello, predomina el carácter de fiesta social, de la comunidad.
Y en el sustrato de esta costumbre, una vez más, un elemento esencial: el ancestral culto al  fuego.Es decir, el sol. La petición de que la luz y el calor fecunde los campos y proporcione alimento y protección para el ganado y las familias. O, dicho de otra forma, la petición de que San Antón infunda su protección sobre el ganado y las propias familias.

*Fotos gentileza de Conchi Navarro/Enrique Martínez.

sábado, 15 de enero de 2011

EL MUDÉJAR ARAGONÉS


Cerámica y ladrillo
Uno de los grandes tesoros artísticos y arquitectónicos de Aragón está constituido por la riqueza ofrecida por sus edificios de estilo mudéjar. Hasta tal punto es así, que el Mudéjar aragonés ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad (en 1984 y 2001).

Teruel
Alagón

Decoración en ladrillo
 Efectivamente, el arte mudéjar aragonés (con asentamiento específico en las provincias de Zaragoza y de Teruel), surge entre los siglos XII y XVII y es consecuencia, como la propia declaración de la UNESCO indica, de las especiales condiciones políticas y sociales de Aragón en este tiempo en el que convivieron (al menos en una buena parte del mismo) las culturas musulmana, judía y cristiana. Ello va a hacer fluir un estilo propio en el que se combinan las tendencias europeas junto a las procedentes del ámbito árabe. Y precisamente esa convivencia cultural es la que otorga (además del artístico) un valor añadido al mudéjar: la convivencia de tres culturas, tres religiones, que pocas veces han podido volver a vivir en común y en paz.

Los principales materiales usados en el arte mudéjar van a ser el ladrillo y la cerámica. Los ejemplos en Aragón son especialmente bellos y representativos: Catedral de Teruel, Torre e iglesia de San Pedro, Torre de la iglesia del Salvador y Torre de la iglesia de San Martín (Teruel) Catedral de La Seo de Zaragoza, Palacio de la Aljafería, Iglesia de San Pablo (Zaragoza), Colegiata de Santa María de Calatayud; la iglesia de la Asunción de Cervera de la Cañada y la iglesia de Santa María de Tobed, etc. Podéis consultar un amplio y completo listado en esta web del Gobierno de Aragón.

martes, 4 de enero de 2011

DÍA DE REYES, DÍA DE FUEROS

Miniatura del Vidal Mayor en la que aparece el rey reunido
con las Cortes de Aragón. En la parte inferior puede leerse
"(N) os Don Iaymes"

El seis de enero es el tradicional día de los Reyes Magos en el que los pequeños de las familias esperan con nerviosismo los regalos que les han traído los monarcas de Oriente. Pero el seis de enero también es una fecha para celebrar en Aragón, ya que un seis de enero de 1247 (hace nada más y nada menos que 764 años), es la data que aparece en la primera Compilación de Fueros de Aragón: la Compilación de 1247, que fue mandada redactar por el Rey de Aragón Jaime I al Obispo de Huesca Vidal de Canellas. Por dicha razón, hace ya algunos años propuse a través de la asociación IDEA que el 6 de enero sería una buena jornada para decicarla a nuestra principal seña de identidad de los aragoneses: su derecho, sus Fueros.

Hoy no disponemos desgraciadamente de un original de 1247, de esa Compliación Mayor (más otra menor). Pero sí ha llegado a nuestros días una colección privada realizada por el mismo autor (Vidal de Canellas) de la misma fecha (seis de enero de 1247). Este libro conocido como "Vidal Mayor", es propiedad de la Fundación Jean Paul Getty Musseum, en Santa Mónica (Estados Unidos). De esta bellisima obra se dispone de un facsímil muy bien realizado editado por la Diputación Provincial de Huesca.

No obstante, los que hemos tenido ocasión de ver en vivo y en directo el Vidal Mayor (éste que os habla, en dos ocasiones), encontramos grandes diferencias a favor del original (obviamente), especialmente en las miniaturas de color dorado que el facsímil (por muy bien trabajado que está) no puede imitar al cien por cien.

Pero volvamos al seis de enero. Y es que, el prólogo del Vidal Mayor, explica claramente qué se hizo y por qué en dicha fecha. La primera información que nos da es quién realiza el encargo: "...Nos don Jaymes, por la gracia de Dios rey d'Aragón et de Maillorgas et de Valencia, conte de Barçalona et de Urgel et seynnor de Montpesler...". Es decir, Jaime I, rey de Aragón, Mallorca y Valencia, además de conde de Barcelona y de Urgell y señor de Montpellier. El título de Rey era su principal ("...por la gracia de Dios..."), y de entre todos sus reinos, Aragón el primero.

A continuación, el Rey nos dice que una vez finalizada la lucha de reconquista ("...acabadas las gannancias de la nuestra conquista..."), era el momento de proveer para la vida en paz social ("...proveydo el tiempo de las armas ete entedienes proveher al tiempo de la paz..."). Para ello, el rey va a disponer de esa nueva colección de Fueros de Aragón "...muyit proveytosament corregidos et emendados...").

¿Dónde va a realizar dicha labor? "...en la çiudat de Hosqua...", (Huesca) donde ha convocado Cortes para su aprobación ("...general cort mandamos aplegar..."), citando a la misma a los diversos altos representantes del reino.


Catedral de Huesca, ciudad a la que se refiere el
Vidal Mayor
¿Cuál era el problema que provocaba esta recopilación de Fueros? Evitar la inseguridad jurídica. Resulta muy significativa la explicación que nos ofrece el prólogo. Así, dice que "...Como de los fueros de Aragon ninguna escriptura cierta ni auténtica fuesse trobada...", es decir como no existía una compílación cierta ordenada sistemáticamente (parecido a un código de leyes modernos), los juristas (foristas), codiciosos de parecer sabios ante los ojos (hueillos) de las gente, escondían los textos, juzgando y ejercitando la ley de memoria ("...judgando de coraçon..."). Esta circunstancia provocaba situaciones no queridas por el rey ( de la quoal cosa se contendian los juges en los pleitos por amor ho or precio de la carrera del dreyto declinar...").


A partir de entonces, se aplicaría con plena seguridad la regulación foral aragonesa: los Fueros de Aragón. Y allá donde los Fueros no llegasen a regular una situación, es decir en aquellos supuestos no previstos en la regulación aragonesa, se aplicaría el "...natural seso et memoria...".

Por todo ello, Vidal de Canellas acepta el encargo y ordena los Fueros "...segunt Dius, con bona et dreiturera et sana consciencia..." en un total de nueve libros, que son ordenados en función de la materia.


Otra de las miniaturas del Vidal Mayor. En ella aparece varias veces el escudo
de Aragón.
Finalmente, cabe resaltar a quién afecta la normativa foral, y el rey lo deja muy claro: "...a todos los bailles, justicias, çalmedinas, jurados, juges, alcaldes, juncteros y officiales, et todos aqueillos que officio de conoxer et de judgar pleitos es liurado et commecado, et otrosí a todos nuestros fieles mandamos que aquestos fueros tan solament usen en todas las cosas, et en todos los pleitos et en las determinaciones daqueillos...".