martes, 21 de diciembre de 2010

LA TRONCA DE NAVIDAD


La tronca de Navidad, en uno de los espectáculos teatrales realizados
para que los niños aragoneses la conozcan
La Navidad, en Aragón al igual que en cualquier otro lugar de cultura europea, ofrece diversos aspectos sociológicos dignos de estudio que, en ocasiones, se remontan muchos siglos atrás. Además de los villancicos (algunos de ellos auténticas joyas), árboles de Navidad  y Belenes (con una tradición también muy rica), surge en Aragón una costumbre-ritual por estas fechas, más propio de las localidades de montaña del norte, y que hunde sus raíces remotas en un fondo pagano y precristiano. Se trata de la "Tronca de Navidad" o "Tizón de Navidad" ("Tronca de Nabidá" en aragonés).

Efectivamente, en algunos lugares por tradición y en otros gracias a la labor de algunas asociaciones culturales aragonesas, la Tronca de Navidad todavía encuentra un hueco en algunos hogares aragoneses, si bien hoy ha quedado más como una fiesta de carácter infantil, y un tanto lejos del significado que pudiera tener en su origen.

EN QUÉ CONSISTE LA TRONCA DE NAVIDAD
A día de hoy, la Tronca de Navidad es una costumbre que viene siendo dada a conocer por parte de colectivos culturales aragoneses. Como decía anteriormente, la Tronca hoy ha devenido en un acto festivo infantil de la Navidad. Consiste en establecer un tronco de madera hueco, sobre el que el niño o la niña pegan con la mano o con otro palo, y le piden caramelos que, previa invocación, saldrán desde el interior del leño. Hay diversas variaciones, en unas ocasiones se le pide a la tronca que otorgue o que dé el regalo esperado, y en otras ocasiones se le pide que "cague" los caramelos. La invocación consiste en una frase que, también con diversa casuística, suele referirse a la Casa y a la bendición de sus miembros. Una de las frases utilizadas suele ser: "Buen varón, buena brasa. Buen tizón, buena brasa. Dios bendiga a los miembros de esta Casa".

TRES ELEMENTOS MUY IMPORTANTES UNIDOS
Realmente, a mi modo de ver, la Tronca de Navidad une tres elementos muy importantes: La Casa, el Fuego y el Fruto. Tres elementos que paso a explicar.

1.- LA CASA

Imagen de la cocina aragonesa expuesta en el
Museo Angel Orensanz y Artes del Serrablo
de Sabiñánigo

Tradicionalmente, la quema de la Tronca de Navidad se ha dado siempre en la Casa, entendida ésta como la familia y el conjunto de elementos de carácter personal y patrimonial que engloban a esta institución jurídica aragonesa. Así es, la quema de la Tronca tiene lugar por una familia (a veces en sentido amplio), y consuetudinariamente era realizada en el hogar o fogaril de la Casa, es decir, el auténtico centro de reunión de las familias aragonesas en los siglos pasados. Es fácil dejarse llevar por la imaginación y prever una imagen del momento, con dos cadieras a los lados del fogaril, con los abuelos, padres, tiones e hijos alrededor, con el heredero bendiciendo la tronca con frases similares a alguna que se emplea hoy ("Buen tizón, buena brasa, Dios bendiga a todos los miembros de esta Casa") y echándola al fuego. Se trataría así (en el tiempo) de uno de los ritos colectivos de la familia o casa, ligados a la Navidad (en su día, seguramente al solsticio de invierno).

2.- EL FUEGO
La Tronca de Navidad está indisolublemente ligada al fuego. Es quemada, pero ello no tuvo en su origen, seguramente, un sentido destructivo sino al contrario. El fuego siempre se entendió como un elemento purificador, y ligado al sol (de alguna forma, el que hace posible la vida). No es de extrañar que la Tronca de Navidad se sitúe precisamente en fechas muy cercanas no exactamente al día de Navidad (que también), sino al solsticio de invierno. En esta fecha y en otros lugares se tenía como costumbre la celebración de este evento a través de hogueras. Más tarde, esta fecha se adaptó a las nuevas creencias y costumbres de carácter cristiano. En esta fecha, el sol se presenta como un astro triunfante, invencible, que parece permanecer inmóvil en el cielo (solsticio= sol detenido), y las horas de luz comienzan a ganar terreno sobre la oscuridad. Así pues, el fuego es una forma de celebración.

3.- EL FRUTO
Ligado al punto anterior, el fuego purifica y es el símbolo del triunfo del sol. Ello traerá como consecuencia el fruto en las cosechas, en los campos, etc y por extensión en los ganados. En general, es una forma de llamar a la suerte, de proveer para atraer la riqueza de la Casa. A partir de aquí, tampoco sería extraño trazar una relación entre el fuego y la misma fertilidad en la Casa que permita su continuación a través de la descendencia. Por todo ello, la propia Tronca de Navidad ofrece un fruto (actualmente para los niños) en forma de dulces o chucherías que surgen de su interior (en algunos lugares se dice que la tronca "caga" estos regalos). E incluso, mucho tiempo atrás, se podía atribuir a las cenizas de la Tronca un efecto fertilizante del campo si se esparcían por éste.

ADAPTACION A LA NAVIDAD
La fuerza de la religión y costumbres de carácter cristianas se impusieron con el tiempo a las paganas y, aunque no todo el contenido de esta tradición ancestral precristiana, los actos de celebración del solsticio de invierno cedieron su lugar a la celebración de la Navidad y del nacimiento de Jesucristo. Con ello, la Tronca pasó a través del tiempo a serlo "de Navidad", y así ha llegado a nuestros días. En los úlltimos años, la Tronca de Navidad comenzó a "deslizarse" más hacia el público infantil, abandonando el carácter más familiar (desde un punto de vista generalista).

1 comentario:

  1. Conocida también como zoca, tizón, troncada, toza o corniza de Navidad.

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